Mirarme en tus Ojos

Mirarme en tus ojos, encender la pasión, respirar de tu aliento, soñar entre tus brazos....
Cierro los ojos, mi alma vuela hasta tus poderosos latidos...
Entrego mis esperanzas, mis sueños, mis más profundos anhelos. Todo lo que soy, todo lo que seré, todo por un gran amor. Un amor que se vuelve adictivo, venenoso, corrosivo, pero apasionadamente renovador. A veces sucede que la serpiente no tienta, sino que se enamora.
Contar los trozos de sueños, cerrar la puerta a lo sorpresivo para entregarse a lo embriagadoramente enternecedor. Es como que siento que todo es mejor cuando estas aquí, los colores, los olores, incluso yo. ¡¿Será que ya te lo he dicho?!
Jamás ha sido fácil abrir el corazón (y jamás lo será, ¡Osea!) ¡Pero a veces sucede que debes gritar, quieres gritar, necesitas gritar! ¡Y de eso se trata el amor, de ser feliz, de ser perfecto, de gritarlo al mundo entero! De llorar sobre la almohada, de soñar entre las sabanas y anhelar tu presencia. ¡¿Te he dicho que en las noches te extraño?!
Es fascinantemente raro lo que un alma mundana es capaz de hacer por amor. Déjalo todo a un lado, toma mi mano y susúrrame al oído que me amas, es todo lo que necesito. Calma mi sed con tus besos, viste mi piel con tu piel, cierra los ojos y dime que me amas, solo eso necesitaré.
¿Nunca te ha pasado que sueñas y te aíslas, como si nada mas importara, como si el cielo tan solo esperara por ti, como si las almas fuesen inmortales? Cuando oigo tu nombre, cercenando las pesadillas, conteniendo mis inefables mareas emocionales, cuando eso sucede empiezo a sonreír.
¡¿Será que estamos hechos el uno para el otro?! ¡Quién sabe!
Ahora calla, sonríe, déjame creer que este sueño será eterno, y si termina mañana, no olvides que una vez te ame. Cierra tus brazos, acércame a ti, protégeme de mi mismo y déjame saber que me amas, solo eso te pediré....
Je T'aime Mon Coeur!